¿Qué es el malware? Los 7 tipos más terribles

Por Tibor Moes / Actualizado: enero 2024

¿Qué es el malware? Los 10 tipos más terribles (2023)

El malware, o software malicioso, supone una importante amenaza para el mundo digital, comprometiendo la seguridad personal y de las organizaciones a escala mundial.

En este artículo, exploraremos los siete ataques de malware más devastadores de la historia, revelando su impacto y las lecciones aprendidas de cada uno de ellos.

¿Qué es el malware? El malware es software diseñado para causarle daño a usted o a sus dispositivos. Incluye muchos tipos, como spyware, ransomware, troyanos y más. Pueden propagarse de forma manual o automática. Y van desde ser una molestia, hasta ser increíblemente destructivos.

  • Gusano Morris (1988): Un ejemplo temprano de gusano informático, infectó rápidamente una parte significativa de los ordenadores de Internet en un día. Aproximadamente 6.000 de los 60.000 ordenadores conectados se vieron afectados, y los daños se elevaron a millones.
  • Gusano ILOVEYOU (2000): Este gusano se propagó a través del correo electrónico, engañando a los usuarios con una carta de amor adjunta. Infectó a más de 10 millones de PC con Windows.
  • Gusano Código Rojo (2001): Dirigido a ordenadores con el servidor web IIS de Microsoft, este gusano infectó más de 359.000 sistemas en menos de 14 horas. Los daños estimados superaron los 2.000 millones de dólares.
  • Mydoom (2004): Conocido por su escala masiva, este virus se propagó principalmente a través del correo electrónico. Causó unos daños estimados en 38.000 millones de dólares, infectando alrededor de 50 millones de ordenadores.
  • Stuxnet (2010): Una sofisticada arma cibernética dirigida contra las instalaciones nucleares iraníes, que afectó a la infraestructura física. Infectó más de 200.000 ordenadores y provocó la degradación de 1.000 máquinas.
  • WannaCry (2017): Un ataque de ransomware de una escala sin precedentes, afectó a unos 200.000 ordenadores en 150 países. La pérdida financiera global estimada de este ataque fue de hasta 4.000 millones de dólares.
  • Shlayer (2018): Este troyano, una importante amenaza para los usuarios de macOS, se disfrazaba de descarga legítima. Afectó al 10% de los Mac analizados por Kaspersky.

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Ejemplos de malware

1. Gusano Morris (1988)

En 1988, el mundo digital fue testigo de un acontecimiento revolucionario a la par que alarmante con la aparición del gusano Morris. Esta forma temprana de gusano informático adquirió rápidamente notoriedad por su rápida propagación y sus cuantiosos daños.

Según el FBI, en tan sólo 24 horas desde su publicación, se infectaron la asombrosa cifra de 6.000 ordenadores, un número significativo si se tiene en cuenta el tamaño relativamente pequeño de Internet en aquel momento, que constaba únicamente de unas 60.000 máquinas conectadas.

El impacto financiero de este ataque se estimó inicialmente en unos 100.000 dólares, pero a medida que se fue conociendo el alcance de los daños, estas cifras aumentaron drásticamente hasta los millones.

El gusano Morris fue una llamada de atención, que puso de relieve la vulnerabilidad de los sistemas en red y sentó un precedente sobre la necesidad de mejorar las medidas de ciberseguridad.

2. Gusano ILOVEYOU (2000)

Avancemos rápidamente hasta el año 2000, y el mundo digital se encontró con una nueva amenaza más sofisticada: el gusano ILOVEYOU. Este malware particularmente invasivo se aprovechó de la curiosidad y la confianza humanas, propagándose a través del correo electrónico con el señuelo de un mensaje cariñoso.

Wired.com informa de que este gusano tuvo un éxito alarmante, infectando más de 10 millones de ordenadores personales con Windows a partir del 5 de mayo de 2000. La sencillez de su método -un adjunto de correo electrónico aparentemente inofensivo-, junto con su amplio alcance, marcó una nueva era en la sofisticación de las ciberamenazas.

El gusano ILOVEYOU no sólo causó importantes daños económicos, sino que también sirvió como un duro recordatorio de la naturaleza evolutiva del malware y de la importancia de la precaución en la comunicación digital.

3. Gusano Código Rojo (2001)

En el verano de 2001, surgió un nuevo tipo de ciberamenaza, conocida como el gusano Código Rojo. Este software malicioso alcanzó rápidamente notoriedad debido a su velocidad y alcance sin precedentes.

Según un estudio de David Moore, Colleen Shannon y Kimberly C. Claffy, Code Red consiguió infiltrarse en más de 359.000 sistemas en menos de 14 horas. Esta proliferación asombrosamente rápida puso de relieve un nuevo nivel de amenaza que suponen los gusanos basados en la red.

El gusano se dirigió a ordenadores que ejecutaban el servidor web IIS de Microsoft, aprovechando una vulnerabilidad conocida, y su impacto fue monumental. Se calcula que el daño financiero total infligido por el gusano Code Red superó los 2.000 millones de dólares.

Este acontecimiento no sólo puso de relieve la necesidad de actualizar a tiempo el software y aplicar parches, sino que también marcó un punto importante en la historia de la ciberseguridad, al demostrar la rapidez con la que un nuevo malware podía propagarse por todo el mundo.

4. Mydoom (2004)

En 2004, el mundo digital se enfrentó a otra ciberamenaza masiva: Mydoom. Este gusano, reconocido por su impacto récord, causó estragos generalizados y aún se recuerda como uno de los peores virus de la historia.

Según Nordvpn, Mydoom fue responsable de la asombrosa cifra de 38.000 millones de dólares en daños. Su método de propagación fue principalmente a través del correo electrónico, utilizando tácticas engañosas para engañar a los usuarios para que ejecutaran el archivo adjunto malicioso.

Los investigadores de seguridad estiman que Mydoom infectó alrededor de 50 millones de ordenadores en todo el mundo, por lo que su alcance e impacto no tenían parangón en aquel momento.

La magnitud de este ataque puso de relieve la sofisticación en evolución de los creadores de malware y la importancia de unas prácticas de seguridad digital sólidas. El legado de Mydoom es un testimonio de la necesidad siempre presente de vigilancia y preparación ante la evolución de las ciberamenazas.

5. Stuxnet (2010)

Stuxnet, surgido en 2010, marcó una evolución significativa en el mundo de la ciberguerra. Este sofisticado gusano no era una pieza más de malware destinada a robar datos o causar interrupciones; era un arma diseñada específicamente para atacar y sabotear infraestructuras físicas.

Como informó M.A.C Solutions, Stuxnet tuvo un efecto especialmente devastador en el programa nuclear iraní, dañando casi una quinta parte de las centrifugadoras nucleares del país. Lo consiguió infectando más de 200.000 ordenadores y causando una degradación física en 1.000 máquinas cruciales para las actividades nucleares de Irán.

La precisión y complejidad del diseño de Stuxnet establecieron un nuevo punto de referencia en la guerra cibernética, demostrando cómo podían utilizarse las herramientas digitales para alcanzar objetivos geopolíticos estratégicos. Este incidente no sólo aumentó la concienciación mundial sobre las vulnerabilidades de los sistemas de control industrial, sino que también provocó una reevaluación de las estrategias de ciberseguridad en las infraestructuras nacionales críticas.

6. WannaCry (2017)

En 2017, el mundo fue testigo de uno de los ciberataques más extendidos y dañinos de la historia: WannaCry. Este ataque de ransomware, como informó BBC.com, no tuvo precedentes en su escala, ya que afectó a aproximadamente 200.000 ordenadores en 150 países. Europol describió la campaña como un acontecimiento extraordinario debido a su alcance global y a su rápida propagación.

WannaCry bloqueó a los usuarios de sus datos, exigiendo un rescate para recuperar el acceso, causando pánico y caos en varios sectores, incluyendo la sanidad, las finanzas y el gobierno. El impacto económico y financiero de WannaCry fue enorme, con pérdidas estimadas de hasta 4.000 millones de dólares.

Este ataque sirvió como un duro recordatorio de la importancia crítica de la ciberseguridad en un mundo altamente interconectado y puso de relieve la necesidad de actualizaciones regulares del software, estrategias sólidas de copias de seguridad y la cooperación internacional en la lucha contra las amenazas cibernéticas.

7. Shlayer (2018)

En 2018, el panorama de la ciberseguridad para los usuarios de macOS cambió radicalmente con la aparición del troyano Shlayer. Este malware desafió la antigua percepción de que los sistemas Mac eran en gran medida inmunes al tipo de amenazas de seguridad que se encuentran con frecuencia en las plataformas Windows.

Como informó Wired.com, en 2019, el troyano Shlayer se había convertido en la amenaza más común para los usuarios de macOS. Una sorprendente estadística de Kaspersky reveló que el 10% de todos los Mac analizados estaban afectados por este troyano, lo que subraya su amplio impacto.

Shlayer era especialmente insidioso porque se disfrazaba de actualización o descarga de software legítimo, engañando a los usuarios para que lo instalaran. Una vez instalado, bombardeaba a los usuarios con una avalancha de adware y programas potencialmente no deseados. Esto no sólo comprometía la experiencia del usuario, sino que también lo exponía a nuevos riesgos de seguridad.

La prevalencia de Shlayer sirvió como una llamada de atención crítica a la comunidad Mac, destacando la importancia de la vigilancia incluso en un ecosistema relativamente seguro. Recordó tanto a los usuarios como a los desarrolladores que ningún sistema es impermeable a los ataques y que mantener la ciberseguridad es un reto continuo y en evolución.

Conclusión

Este artículo ha relatado algunos de los ataques de malware más devastadores de la historia, cada uno de los cuales ilustra la naturaleza evolutiva y la creciente sofisticación de las ciberamenazas.

Desde la propagación pionera del gusano Morris en 1988 hasta la perturbación generalizada causada por WannaCry en 2017, estos ejemplos ponen de relieve la amenaza continua y cada vez mayor que supone el malware. Sirven como duros recordatorios de la importancia de la vigilancia de la ciberseguridad y la necesidad de medidas eficaces para salvaguardar los activos digitales.

A la luz de estas amenazas, especialmente para los usuarios del último sistema operativo como Windows 11, no se puede exagerar la importancia de invertir en un software antivirus fiable. Marcas líderes como Norton, Avast, TotalAV, Bitdefender, McAfee, Panda y Avira ofrecen soluciones completas que proporcionan una protección esencial contra una amplia gama de programas maliciosos.

Estas herramientas no sólo ayudan a detectar y eliminar virus, sino que también desempeñan un papel crucial en la prevención de posibles ataques. En una era en la que las amenazas digitales son cada vez más sofisticadas, disponer de un software antivirus robusto es un componente indispensable de cualquier estrategia de ciberseguridad.

Fuentes

 

Autor: Tibor Moes

Autor: Tibor Moes

Fundador y redactor jefe de SoftwareLab

Tibor ha probado 39 programas antivirus y 30 servicios VPN, y posee un certificado de posgrado en ciberseguridad de la Universidad de Stanford.

Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.

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