¿Qué es el spam? Los 4 ejemplos más terribles

Por Tibor Moes / Actualizado: mayo 2023

¿Qué es el spam? Los 10 ejemplos más terribles (2023)

El spam ha pasado de ser una mera molestia a convertirse en una importante amenaza para la ciberseguridad, que afecta a millones de usuarios en todo el mundo.

En este artículo, exploramos los cuatro ataques de spam más catastróficos de la historia, proporcionando información detallada y estadísticas para comprender su magnitud e impacto.

¿Qué es el spam? Los mensajes de correo electrónico basura se envían automáticamente a muchas direcciones a la vez. También conocidos como correo basura, los mensajes de spam se utilizan para hacer publicidad o propagar programas maliciosos.

  • Virus Melissa (1999): Este virus se propagó rápidamente a través de los sistemas de correo electrónico, causando importantes interrupciones en todo el mundo. Los daños estimados rondaron los 80 millones de dólares, principalmente en concepto de limpieza y reparación de sistemas.
  • Gusano ILOVEYOU (2000): Disfrazado de carta de amor, este gusano infectó a más de diez millones de PC con Windows. Puso de manifiesto la vulnerabilidad de los ordenadores personales y la confianza de los usuarios.
  • Gusano SoBig (2003): Este gusano transmitido por correo electrónico causó grandes trastornos, provocando un daño global de 5.600 millones de dólares. Mostró el impacto económico del malware a gran escala.

Gusano MyDoom (2004): Conocido como uno de los peores virus, MyDoom causó unos daños estimados en 38.000 millones de dólares e infectó unos 50 millones de ordenadores. Su alcance y capacidad

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Ejemplos de spam

1. Virus Melissa (1999)

En la primavera de 1999, el mundo digital se enfrentó a una de sus primeras grandes crisis de seguridad: el virus Melissa. Este virus, camuflado como un inocente archivo adjunto de correo electrónico, se propagó rápidamente por los sistemas de correo electrónico, causando trastornos sin precedentes.

El FBI informa de que los daños colectivos causados por el virus Melissa se estimaron en unos 80 millones de dólares. Esta asombrosa cifra se debió principalmente a los grandes esfuerzos de limpieza y reparación necesarios para restaurar los sistemas informáticos afectados.

Lo que hizo especialmente dañino a Melissa no fue sólo su amplio alcance, sino la velocidad a la que se propagaba. El virus se enviaba a los 50 primeros contactos de la libreta de direcciones de Microsoft Outlook de la víctima, lo que aumentaba exponencialmente su propagación.

Las empresas y las agencias gubernamentales se vieron obligadas a paralizarse mientras lidiaban con los estragos causados por Melissa, lo que marcó un hito importante en la historia de las ciberamenazas.

2. Gusano ILOVEYOU (2000)

Justo un año después del virus Melissa, el mundo digital se vio sacudido de nuevo por otra ciberamenaza devastadora: el gusano ILOVEYOU. Este gusano, camuflado como una carta de amor, se infiltró en más de diez millones de ordenadores personales con Windows a partir del 5 de mayo de 2000.

El gusano no sólo fue un testimonio de la vulnerabilidad de los ordenadores personales de la época, sino que también puso de relieve el factor humano en la ciberseguridad: la tendencia de los usuarios a confiar en archivos aparentemente inofensivos.

El gusano ILOVEYOU era algo más que una simple molestia; era una fuerza destructiva que sobrescribía archivos, hacía copias de sí mismo e incluso se ocultaba como diferentes tipos de archivos para eludir su detección. La sencillez de su diseño desmentía su eficacia, convirtiéndolo en uno de los ejemplos más infames de cómo la manipulación psicológica -en este caso, explotando la curiosidad y la confianza de los usuarios- puede ser una poderosa herramienta para propagar malware.

3. Gusano SoBig (2003)

En 2003, el mundo cibernético se encontró con un enemigo formidable: el gusano SoBig. Esta sofisticada pieza de malware causó una conmoción en el ámbito digital, provocando unos daños estimados en 5.600 millones de dólares en todo el mundo.

El modus operandi de SoBig consistía en hacerse pasar por un correo electrónico benigno, incitando a los usuarios a abrir un archivo adjunto infectado. Una vez activado, el gusano se replicaba y se enviaba a las direcciones de correo electrónico encontradas en el ordenador infectado, perpetuando así un ciclo de infección y replicación.

El impacto de SoBig no se limitó a los usuarios individuales; puso a prueba los servidores de correo electrónico y perturbó a las empresas de todo el mundo. La rápida propagación del gusano y los grandes daños que causó subrayaron la necesidad de protocolos de seguridad más avanzados y de una mayor concienciación sobre las amenazas basadas en el correo electrónico. La magnitud de la perturbación causada por SoBig lo convirtió en uno de los ataques de malware más dañinos económicamente de su época.

4. Gusano MyDoom (2004)

Un año después, en 2004, surgió el gusano MyDoom, que superó a sus predecesores en términos de daños y alcance. NordVPN informa de que las estimaciones sitúan los daños causados por MyDoom en la asombrosa cifra de 38.000 millones de dólares, lo que le ha valido el notorio título de uno de los peores virus de la historia. Los investigadores de seguridad creen que MyDoom infectó alrededor de 50 millones de ordenadores en todo el mundo, una cifra que pone de manifiesto su amplio alcance.

El gusano MyDoom se propagó principalmente a través del correo electrónico, pero lo que lo diferenció fue su capacidad para lanzar ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS). El diseño de este gusano no sólo le permitía propagarse rápidamente, sino también secuestrar los ordenadores infectados, utilizándolos para sobrecargar de tráfico los sitios web objetivo.

El impacto de MyDoom no fue sólo financiero; también suscitó una gran preocupación por la posibilidad de que el malware se utilice como herramienta para ciberataques a mayor escala, lo que supone un cambio en el panorama de las amenazas a la ciberseguridad.

Conclusión

En conclusión, la historia del spam y su malware asociado, desde el virus Melissa hasta el gusano MyDoom, revela una amenaza en constante evolución en el mundo digital. Estos ejemplos no sólo demuestran la sofisticación y el daño potencial de tales ataques, sino que también subrayan la importancia de la vigilancia en nuestras vidas cada vez más conectadas.

Teniendo en cuenta el inmenso impacto financiero y operativo de estas ciberamenazas, es crucial que los usuarios, especialmente los de Windows 11, inviertan en un software antivirus robusto. Marcas de confianza como Norton, Avast, TotalAV, Bitdefender, McAfee, Panda y Avira ofrecen una protección completa contra toda una serie de ciberamenazas.

Utilizar este tipo de soluciones antivirus es un paso proactivo para salvaguardar los datos personales y profesionales del riesgo siempre presente del malware y otras amenazas en línea. En una época en la que la seguridad digital es primordial, invertir en un software antivirus fiable no es sólo una precaución; es una necesidad.

Fuentes

  1. FBI.gov
  2. Wired.com
  3. MCPmag.com
  4. Nordvpn

 

Autor: Tibor Moes

Autor: Tibor Moes

Fundador y redactor jefe de SoftwareLab

Tibor ha probado 39 programas antivirus y 30 servicios VPN, y posee un certificado de posgrado en ciberseguridad de la Universidad de Stanford.

Utiliza Norton para proteger sus dispositivos, CyberGhost para su privacidad y Dashlane para sus contraseñas.

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